sábado, 18 de julio de 2009
Thoreau. 1851, Julio.
Me parece que mis estaciones evolucionan más lentamente que las de la naturaleza; marcho a la par. Y no me quejo. ¿Por qué esta rápida evolución de la naturaleza, aún la de la naturaleza en mí, ha de obligarme a darme prisa? Un hombre debe marchar al son de la música que oye sea cual sea su medida o su ritmo. ¿Qué importa si madura más tarde que el manzano, o aún después que el roble?
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